Esta mañana, cuando venía para la guarde, mi mamá quería abrocharme el abrigo porque hacía frío, y yo quería venir con él desabrochado. Al ver que mi mamá se empeñaba en abrochármelo, he comenzado a gritar, a dar patadas y manotazos... En algunas ocasiones esto me ha servido para salirme con la mía, pero esta mañana no lo he conseguido.
Mi mamá, sin enfadarse, me dijo que yo ya soy lo suficientemente grande como para intentar abrochármelo yo solito. Lo he intentado pero he necesitado la ayuda de mamá. Al final, he llegado a la guarde con mi abrigo abrochado y con una cómplice sonrisa de mi mamá.
Rabietas y berrinches
Las rabietas
No hay comentarios:
Publicar un comentario